Volver a confiar en lo público: una misión con hechos, no promesas

Durante años, se habló de obras inconclusas como símbolo de la corrupción y la negligencia. Hoy, más de 750 de esos elefantes blancos han vuelto a la vida, reactivados con gestión, seguimiento y voluntad. Infraestructuras abandonadas que ahora benefician a comunidades olvidadas por décadas. Frente al saqueo de los recursos públicos, la respuesta fue contundente: más de $51 billones recuperados para las finanzas del país. No como una cifra inflada, sino como una acción concreta que impactó en escuelas, hospitales, vías y servicios públicos. Una lucha contra la corrupción desde dentro del sistema, usando tecnología, auditorías estratégicas y decisiones firmes. Pero no todo se quedó en recuperar. También se propuso corregir. Rediseñar el tamaño del Estado, hacer que las entidades públicas funcionen sin duplicidades, y garantizar que cada peso del presupuesto tenga propósito, y no clientelismo. Quien lidera esta visión sabe que el servicio público no es un privilegio, sino una responsabilidad. Y que gobernar no es prometer, sino resolver. Ese liderazgo, firme y probado, es el de Felipe Córdoba, un colombiano que ha demostrado que cuando hay voluntad, se puede volver a confiar en lo público.